Busque espesamente aclarar la cantidad de simbologías que acuden en tus letras. Sólo me presento como una cazadora de la ética-estética de tu relato. La realidad cernida con una fantasía de mitos y magia, lo que se desborda en las erupciones dantescas del culto que no ocultas del hombre de suburbio que habitarás por siempre. Encuentro un universo dentro de los tres mundos que describes así como nos enseño el gran Dante en la Divina Comedia. Son, diferentes eslabones, unidos por un Benjamín. El proverbio y la escuela, se escabulle con un poco de ese agorero paisano que se nos duerme de vez en cuando. La posesión, el cielo y la condenación. Juegan en tu lápiz como mariposas nocturnas que tiemblan un poco con lo que ocultas.
Para el Benja con cariño de La Castellano