El silencio en mi cabeza vacía
sepulcro silencio negro,
sepulcro silencio de barro negro,
de cielo negro ha dejado a la muerte
posarse en mi lecho.
Se presenta como destellos de luz,
explosiones incandescentes,
encandila, me enceguece borrando mi buen juicio,
se muere, renace, vuelve a morir y nace nuevamente
para ser eternidad entre el ir y venir
como las olas del mar que rompen en las rocas,
se agotan en la playa,
donde los veraneantes,
donde los amantes,
donde las estrellas quisieran bañarse.
Ya he muerto como otras veces,
como nunca he muerto,
como la primera y última,
como la última de tantas
o una más entre tantas,
he muerto en conclusión,
en alusión a mi vida,
en homenaje a la palabra,
al respirar, al menear.
He muerto, muerto al fin,
he muerto de muerte súbita
anunciada desde el natalicio
te acaricio muerte,
muerte de muchas muertes,
he muerto al fin,
entre convulsiones y resaltos sencillos,
entre misericordia y paz vacía y negra como la muerte misma,
espíritu santo sarcástico.
¿has muerto tu también?
Fragmento de mi Novela que aún no tiene nombre, que aun no ha sido terminada,
martes, 2 de junio de 2009
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