miércoles, 20 de junio de 2007

El Roble

Acaso sería grueso

el roble que quiso ser pedestal

firme para mis movimientos

Acaso tocaría el cielo

con sus ramas de greda

o las raíces metálicas

en su profunda combustión humana.

Sería el castillo azul

aquel roble del pedregal

trascendido a floresta.

En sus cascabeles prominentes

colgaría mis harapos húmedos de vida

para que el trémulo soplido

rasgue las prendas hasta hacerlas mariposas.

Romper la corriente

Llenando de vino todos los vasos

entintado con la sangre de sus maderos.

¡Tempestad!

fatigando el rocío matinal de la fe

encausando el todo a nada.

¡Tempestad!

dejando claro cuanto corazón

viviendo en su razón.

Quién fuera feliz viejo roble

sin hijos en el vientre

o sin padre con vientre a donde acudir.

Quién fuera hombre

sin madre en casa

o madre sin hombre ni casa.

Ahí donde termina

tu copa bañada en sudor

comienza nuestra corona

de premio mayor, de gloria.

1 comentario:

pamela dijo...

hola benja tengo nuevo blog, "blog de los recuerdos"...http://www.blogdelrecuerdo.blogspot.com jeje
besos